Eucaristia y santa misa

La santa misa. el centro de nuestra fe

No se puede ser un cristiano si no se participa en la Eucaristía, y mucho menos si no se comparte plenamente la Santa Misa Valoremos y difundamos, todos los cristianos, la infinita riqueza del sacrificio eucarístico, especialmente en esta situación actual, tras el ‘ayuno eucarístico involuntario’ provocado por la pandemia de coronavirus.

El culmen de la iniciación cristiana

Los que han sido consagrados al sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía en el mismo sacrificio del Señor en unión con toda la comunidad de la tierra.

1323 «Nuestro Salvador, en la última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el Sacrificio Eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos, hasta su retorno, el sacrificio de la cruz. Y confió así a su amada esposa, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de amor, banquete pascual en el que se recibe a Cristo. El alma se llena de gracia. Y nos da así una prenda de la gloria prometida»

La Eucaristía, fuente y cima de la vida de la Iglesia.

La eucaristia y santa misa «fuente y cima de toda la vida cristiana.» «Los demás sacramentos, así como todos los ministerios y obras de la Iglesia, están ligados a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua.»

Eucaristia y santa misa

 

 

RITOS LITURGICOS

ENTRADA – Los miembros de la comunidad se sientan en sus lugares para empezar a celebrar la liturgia y devolver su amor a Dios. Procesión de entrada – La asamblea pide perdón a Dios por sus pecados y protesta contra la injusticia de las autoridades civiles, que no están actuando como tales. Saludo inicial – Después de besar el altar y hacer la señal de la cruz, el sacerdote saluda a la asamblea. Acto penitencial – Pedimos humildemente perdón al Señor por todas nuestras faltas.

Gloria – Alabamos a Dios, reconociendo su santidad, al mismo tiempo que nuestra necesidad de Él. Oración / Colecta – Es la invocación del sacerdote, en nombre de toda la asamblea, que se lleva al Padre. En ella se recogen todos los deseos de la comunidad. Pertenece a la oración de autor. PALABRA DE DIOS – Escuchamos a Dios, que se nos entrega como un alimento en su Palabra, y le responden cantando, reflexionando y rezando. Primera Lectura – El Antiguo Testamento Dios nos habla a través de la historia del pueblo de Israel y sus profetas. Salmo Resp. – Meditamos rezando o cantando un salmo. Segunda Lectura – En el Nuevo Testamento Dios nos habla a través de los apóstoles. Aleluya – El Aleluya nos prepara a escuchar la proclamación del misterio de Cristo. Y al final aclamamos diciendo: «Gloria a ti, Señor Jesús». Evangelio – Homilía – Explica el homilista la Palabra de Dios credo. Después de escuchar la Palabra de Dios, confiamos nuestra fe en la oración de los fieles. Rezamos unos por otros pidiendo por las necesidades de todos.

RITOS SACRAMENTALES, EUCARISTÍA

Consta de tres partes: Ofrendas, Una Gran Oración Eucarística ( constituye núcleo de toda celebración franciscan franciscanumrno Novum est oración de acción de gracias en la que encarnamos muerte y resurrección de se) y Comunión. seor

Presentación de las ofrendas

Ofrecemos aquí el pan y el vino, que son los elementos del sacrificio ofrecido al Dios uno y trino. Recogemos una colecta en favor de toda la Iglesia. Ha de estarse en oración sobre las ofrendas.

Prefacio

Es una oración de acción de gracias y alabanza a Dios, a quien le decimos por tres veces santo.

Epíclesis

El celebrante extiende sus manos sobre el pan y el vino, invocando al Espíritu Santo para que por su acción los convierta en el cuerpo y la sangre de Jesús.

Consagración

En «el memorial» de la última cena, el sacerdote pronuncia las mismas palabras de Jesús. El pan y el vino se convierten en el cuerpo y en la sangre de Jesús.

Aclamación

Acogemos y profesamos el misterio central de nuestra fe.

Intercesión

Ofrecemos junto con toda la Iglesia este sacrificio de Jesús. Pedimos por el Papa, por la vigen de un parte todo Obispo y por todos los difuntos y vivos.

Doxología

El sacerdote ofrece al Padre el cuerpo y la sangre de Jesús como ofrenda. Por Cristo, con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo. Y nosotros todos respondemos: «Amén».

Padre nuestro en la Eucaristia y santa misa

Preparando la Comunión, rezamos al Padre orando como Jesús nos enseñó.

Comunión

Con gozo vamos a comulgar con Jesús, pan de vida. Antes de comulgar, se hace un acto de humildad y de fe.

Oración después de la Comunión

Damos gracias a Jesús por haberle recibido en nosotros y le pedimos que nos ayude a vivir en comunión.

RITOS DE DESPEDIDA

Son ritos que concluyen la Eucaristía y la santa misa

Bendición

Nos da el sacerdote la bendición.

Despedida y envío

Alimentados con la Palabra de Dios y la Eucaristía, regresamos a nuestros quehaceres cotidianos, para vivir intensamente lo que celebramos, llevando a Jesús en nuestros corazones.

Salir de la versión móvil