La Oración Colecta de la Misa: El Corazón de lo que Pedimos a Dios
Llegamos a la misa. Nos hemos puesto de pie, hemos cantado un himno y el sacerdote ha hecho la señal de la cruz. Luego de un saludo y el acto penitencial, el sacerdote nos dice: «Oremos». Después de un momento de silencio, reza una oración en voz alta. ¿Te has preguntado qué está pidiendo? Esa es la oración colecta de la misa, un momento clave que nos une como una sola voz para presentar nuestras peticiones a Dios.
El Oremos
del Sacerdote: ¿Qué es la Oración Colecta?
La oración colecta es una de las primeras oraciones que el sacerdote hace en la misa. Pertenece a los Ritos de Inicio
y su nombre nos da una pista muy grande sobre su propósito. La palabra «colecta» significa «reunir» o «juntar». Esta oración «colecta» o «reúne» todas las intenciones, los deseos y las oraciones silenciosas de la asamblea y las presenta a Dios como una sola.
Las Partes de la Oración de la Misa: Un Modelo de Diálogo con Dios
Aunque la oración colecta
parece una sola frase larga, en realidad tiene varias partes muy importantes:
El Saludo Inicial
El sacerdote nos invita a orar con la palabra «Oremos». Luego, todos nos quedamos en silencio por unos segundos. Este momento es un regalo para que cada uno pida en su corazón lo que desea.
La Petición Principal
Aquí viene el centro de la oración. En una frase o dos, el sacerdote le pide a Dios algo muy específico. Esta petición casi siempre está relacionada con el Evangelio que escucharemos después y con el tiempo litúrgico en el que estemos (como Cuaresma, Pascua o Adviento).
La Conclusión Trinitaria
La oración colecta
siempre termina con una fórmula especial que nos recuerda la Santísima Trinidad. El sacerdote concluye: «Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos». Esta conclusión nos enseña que toda oración va al Padre, por medio del Hijo, en la unidad del Espíritu Santo.
La Conexión entre la Oración Colecta
y el Calendario Litúrgico
Una de las cosas más bellas de la oración de la misa
es que cambia cada Domingo
y en cada fiesta importante. No se repite. Esto es porque está íntimamente ligada al calendario litúrgico . Por ejemplo, la oración en el tiempo de Adviento nos pide que nos preparemos para la venida de Jesús, mientras que en Cuaresma, nos invita al arrepentimiento.
Cómo Vivir la Oración Colecta con Mayor Atención
- Usa el tiempo de silencio: Cuando el sacerdote dice «Oremos», cierra los ojos y haz tu propia oración en tu corazón. Ofrece tus intenciones, tus alegrías y tus penas.
- Escucha la petición: Presta atención a las palabras del sacerdote. Esa oración que él dice es la tuya también.
- Responde con fe: Cuando el sacerdote termine, responde con un «Amén» fuerte y seguro. Estás sellando la oración de toda la asamblea.
Preguntas Frecuentes sobre la Oración Colecta
¿Quién escribe la oración colecta?
Las oraciones colectas se encuentran en el Misal Romano
, el libro de oraciones oficial de la misa. Muchas de ellas tienen miles de años, escritas por los primeros padres de la Iglesia.
¿Por qué se llama ‘colecta’?
Se llama oración colecta porque «colecta» o «reúne» las intenciones y oraciones de toda la asamblea de fieles en una sola voz para presentarlas a Dios.
¿Qué partes de la misa contiene la oración colecta?
La oración colecta es parte de los ritos iniciales, que nos preparan para escuchar la Palabra de Dios y para la Liturgia Eucarística
.
¡Ora con el Corazón!
La próxima vez que escuches «Oremos», sabrás que es el momento de unirte a toda la Iglesia en una sola voz. La oración colecta de la misa es un poderoso recordatorio de que en la oración no estamos solos.
¿Qué intenciones ofreces a Dios en ese momento de silencio? ¡Comparte con nuestra comunidad lo que te ayuda a orar con atención!